DETALLES METAFÍSICOS, el nuevo poemario del gran poeta venezolano JOSÉ PULIDO, galardonado en 2024 en Italia con el Premio Internacional de Excelencia “Ciudad del Galateo - Antonio De Ferrariis” por su trayectoria poética, de EDICIONES CHORONÍ, a la venta en Amazon

 








Ya está a la venta en Amazon el nuevo poemario del gran poeta venezolano JOSÉ PULIDO, quien en 2024 fue galardonado en Italia con el Premio Internacional de Excelencia “Ciudad del Galateo - Antonio De Ferrariis” por su trayectoria poética: DETALLES METAFÍSICOS.


El libro tiene prólogo de Rodolfo Izaguirre, fotografía de portada de Carlos Ayesta, diseño gráfico de Jairo Carthy, fotos de Pulido de Gabriela Pulido Simne, editado por Ediciones Choroní para despedir un año lleno de grandes libros, exito y satisfacciones. A la venta en Amazon en versión papel y digital para el mundo entero. No dejes de leerlo.












  

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Y ASI PASO... UN TALENTO IGNORADO.

 

 

El Taller Permanente de la Ópera de Caracas, hoy tristemente extinto, era mucho más que una academia: era el sueño latente de todo aspirante a cantante. Un lugar donde las voces se pulían y los futuros se tejían con notas altas.

 

Para ser parte de el, se requería algo más que ganas. Se necesitaba ganar la audición, y así lograbas tener asignado un maestro de Técnica Vocal y otro de Repertorio, y te abría además las puertas a un mundo de conocimientos: Idiomas, Historia de la Cultura, Análisis de la Ópera, Actuación, etc. Quienes no superaban la prueba solo podían ser oyentes, y probar suerte de nuevo.

 

El jurado, compuesto por los rostros más severos y sabios de la técnica vocal de aquel entonces, presidía ese rito. Su veredicto no solo definía un cupo, sino que podía sellar una promesa en un futuro cercano: cantar en las grandes producciones de la Ópera de Caracas.

 

En la segunda audición del Taller, entre la marea de nerviosismo y esperanza, apareció una joven muy especial. No pasaba desapercibida. Su nombre:  INÉS SALAZAR. Esbelta, de pelo negro azabache, con una mirada muy penetrante que parecía ver a través del nerviosismo. Armando Africano, con su don natural y simpatía, se acercó a ella de inmediato. Y en pocos minutos, ya había desentrañado su historia, mientras ella, entregaba la partitura de lo que iba a ser su presentación.

 

Cuando llegó su turno, el tiempo se detuvo. No recuerdo qué pieza cantó, pero sí la densidad del aire que creó. Fue algo difícil, audaz, una muestra de talento que robó la atención de todo el público, forzado a un silencio sepulcral, pues aquello no era un concierto; y estaba prohibido aplaudir. 

 

Armando y yo, cómplices, nos colábamos en la sala de deliberación del jurado con excusas triviales, buscando un indicio, un eco de aprobación. Queríamos escuchar lo que nuestros corazones ya sabían: Inés debía quedarse.

 

Afuera, la ansiedad era palpable. Para esos jóvenes, era el único camino hacia una carrera profesional. Yo estaba seguro de que quedaría. Había visto otros casos con menos atributos y habían quedado elegidos. 

 

Al final de la tarde, la Directora Isabel Palacios, junto al jurado, aparecieron en el escenario. El momento de la verdad había llegado. Mi vista estaba fija en Inés, lista para celebrar su triunfo. Lentamente, los nombres fueron cayendo. Uno a uno. Y la lista terminó. Inés no fue nombrada.

 

El silencio que siguió fue más ruidoso que cualquier aplauso. Armando corrió hacia ella. Sus hermosos ojos ya estaban vidriosos, empañados por lágrimas de tristeza y frustración. Tratamos, con palabras vacías, de levantarle el ánimo, de hablarle de una próxima oportunidad. Ella, con una gentileza desarmante, nos dio las gracias. Salió del teatro lentamente, su andar pausado y pesado, llevando sobre sus hombros el peso de una derrota inmerecida.

 

Sentí una mezcla de rabia e impotencia. ¿Cómo era posible? Me obligué a callar, racionalizando con un doloroso: “Quizás su simpatía, su porte y su hermosa voz no fueron suficientes para ser aceptada”. Yo no sabía de canto la verdad y a lo mejor algo que no veía era la razón de este resultado. 

 

Y aunque no lo crean, esto se repitió dos veces más.  Un total de tres veces se presentó Inés ante ese jurado indiferente. Ya éramos amigos, una hermandad forjada en la espera y la desazón. El resultado, aunque doloroso, empezó a teñirse de un humor amargo: no aceptada, pero oyente; una opción que su orgullo afortunadamente jamás le permitió tomar.

 

Pero el destino, a veces, tiene una manera grandiosa de corregir los errores humanos.

 

Un día, llegaron a Caracas los maestros Osvaldo Alemanno, tenor italiano, y Helena Lazarska soprano polaca, quienes estaban impartiendo clases de técnica vocal en varias ciudades del mundo. En esas Clases Magistrales, Inés se presentó una vez más. Se dictaban en coproducción con la Ópera de Caracas.  Esta vez, no hubo titubeos. Ambos profesores quedaron fascinados al instante por su extraordinaria voz, su temperamento, su fuerza dramática. Vieron en Inés no una aspirante, sino el potencial puro para convertirse en una estrella destinada a brillar en el firmamento de la ópera mundial. Y así paso…

 

Al terminar las clases, Inés Salazar partió. Se fue de Venezuela, guiada por las manos de esos ángeles que vinieron a alumbrar el camino que el Taller no quiso ver. La estadía en Europa fue difícil, la lucha económica, brutal. Pero Inés lo logró. Poco a poco, con una voluntad inquebrantable, se convirtió en una cantante de primera categoría, llegando a compartir escenario con gigantes como Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, dirigida por maestros como Franco Zeffirelli.

 

Su carrera se alzó maravillosa. Me enteraba de sus triunfos a la distancia, viendo a la joven rechazada convertirse en una figura de fama internacional. Y por fin, el momento cumbre: fue contratada por el Teatro Teresa Carreño para una temporada de ópera, como la estrella internacional que era, cobrando el caché que solo las leyendas merecen.

 

Estoy seguro de que, en la plenitud de su gloria, Inés no guardó rencor a quienes le cerraron la puerta. Pero la ironía era palpable: TODAS aquellas que la rechazaron, ahora intentaban adjudicarse su mérito. Era patético, todas decían que era su alumna y mi mirada inquisidora a algunas de ellas las hizo callar.

 

Afortunadamente, nunca la aceptaron en el Taller. Su talento fue forjado en otras latitudes, lejos del juicio ciego de su tierra. Y así se cumplió, una vez más, el amargo refrán: “Nadie es profeta en su tierra.”

 

Y así pasó...

 Jairo Carthy

jcarthyc@gmail.com

 

Caracas, 21 de Dicembre de 2025 

 

 




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Y ASI PASO...

 

 

 

Y ASÍ PASÓ... Una columna de historias reales

Desde la publicación de mi libro, “Como soportar la vida con humor. Confesiones de un actor”, he recibido una gran cantidad de mensajes de lectores y lectoras. Muchos de ellos, haciendo eco de una promesa lanzada al final de la obra, me solicitan un nuevo libro dedicado íntegramente al universo de la música académica o clásica.

 

He de reconocer que le dediqué más de cuarenta años a ese fascinante mundo y, por supuesto, tengo un sinfín de anécdotas y reflexiones que compartir. Sin embargo, en este momento, concentrar todo mi esfuerzo en un texto monográfico sobre ese tema específico no me resulta del todo apasionante.

 

Gracias a la brillante iniciativa de nuestra Fundadora, la escritora Viviana Marcela Iriart, hemos decidido tomar un camino diferente: crear esta columna.

 

Titulada  Y ASÍ PASÓ... , este espacio nos permitirá compartir relatos de la más variada índole. Si bien la música tendrá, sin duda, una participación constante debido a mi trayectoria, abordaremos temas diversos, algunos muy divertidos y otros con matices más serios.

El objetivo principal es ofrecerles una lectura entretenida a través de situaciones que me ha tocado experimentar. Todas las historias son reales, pues el arte de inventar nunca ha sido de mi agrado.

 

Deseamos sinceramente que disfruten de este nuevo proyecto. Está realizado con la dedicación y la energía positiva que tanto Viviana como yo ponemos en cada iniciativa de esta maravillosa editorial.

 

Los invito a nuestro encuentro para compartir las vivencias que se esconden tras la frase... Y ASÍ PASÓ…

 

Muchas gracias por el apoyo incondicional que siempre nos brindan.

 

Jairo Carthy

Caracas, 14 de diciembre de 2025

 

 


 

Jairo Carthy

La trayectoria de Jairo Carthy es un testimonio de versatilidad e integración artística a lo largo de varias décadas. Ha logrado amalgamar con maestría su desempeño como actor de teatro y cine, productor de música clásica y diseñador gráfico, reflejando un equilibrio único entre creatividad, técnica y sensibilidad artística.

 

En el ámbito de las artes gráficas, se ha consolidado como un profesional de confianza para muchas empresas e instituciones culturales. Su trabajo se distingue por su capacidad para plasmar un sello distintivo de creatividad y excelencia en cada proyecto.

 

Su portafolio es amplio y diversificado, incluyendo: Identidad corporativa (logotipos, tarjetas de presentación), material publicitario y promocional (afiches, volantes, folletos, trípticos, pendones y pancartas), diseño editorial (libros, revistas), diseño de empaques y carátulas de CD (incluyendo estuches de lujo), entre otros.

 

Su carrera en las artes escénicas es extensa y está marcada por el privilegio de haber trabajado bajo la dirección de los más prestigiosos e importantes directores de teatro de Venezuela. Como actor, ha abordado un vasto repertorio que abarca desde autores contemporáneos hasta clásicos del Teatro Universal, dando vida a personajes que han sido avalados tanto por la crítica especializada como por varios premios.

 

Su trabajo en el cine también recibió elogiosas críticas por sus interpretaciones.

 

Recientemente, se ha integrado a “Ediciones Choroní” en colaboración con Viviana Marcela Iriart. En este rol, asume la responsabilidad directa del diseño y la diagramación de las publicaciones de la editorial. También ha escrito dos libros: “Cómo soportar la vida con humor, confesiones de un actor” y para los niños y niñas un grupo de divertidos cuentos titulado:  “Aventuras con las redes sociales”.  

 

 


 

LA ESCUELITA,  cuando la Jefa se puso seria

 

El Museo del Teclado no era solo un nido de antigüedades musicales, era la casa de dos entes culturales: la Dirección de Música de FUNDARTE (que nos administraba) y, por supuesto, la gloriosa Ópera de Caracas con su Taller Permanente. ¿La capitana de este barco? La maestra Isabel Palacios.

 

Isabel tenía tantos compromisos que, para verla en su oficina, tenías que pedir cita. Ya que por sus mutiples ocupaciones no le daba tiempo de estar diariamente en su oficina.  Pero su grupo de colaboradores era una mezcla explosiva y heterogénea. ¿Disciplinados? No siempre. ¿Buena onda? ¡Siempre! La camaradería y el buen humor eran nuestro aceite y nuestro motor.

Una mañana, la dulzura se evaporó. Nuestra Directora llegó con un aura que decía: "No más caos" (Y con justa razón, para qué mentir). Yo me daba cuenta del desorden pues venía de un mundo musical donde la puntualidad y la eficiencia eran casi una religión, pero aquí, en el Museo, la gente se relajaba demasiado.

 

Muy molesta nos reunió a todos en su oficina,  en ese momento nos miramos y pensamos: No se sentó en su silla de siempre, por su actitud parecía que se había sentado en un trono, encendió su infaltable cigarrillo de la época (¡todo un símbolo de autoridad!) y nos miró a los ojos, uno por uno, con esa mirada que no acepta un "pero". Se acomodó varias veces y tomó la palabra, nosotros nos sentíamos como si estuviéramos viendo su programa de televisión “Clásicos Dominicales”. 

 

-¡Señores! A partir de hoy, se acabó el desorden. ¡Quiero organización! - declaró, como una sentencia de ópera -. Estoy harta de encontrar notas escritas en cualquier cosa: un pedazo de revista, una envoltura de cigarrillos, ¡un papel que se vuela! Necesito saber qué demonios hacen. Esto no puede seguir así.  Ahora mismo, van a ir a comprar unos cuadernos. Todos iguales. Y en ellos, van a escribir, como Dios manda, un resumen de sus actividades del día de hoy y lo que tienen programado para mañana, no quiero sorpresas y por supuesto cualquier mensaje urgente para mí. ¡Eficiencia y orden! Los quiero en mi escritorio antes de la noche. Ahora, ¡muévanse!

 

Y, tan rápido como llegó, se fue a sus mil ensayos, clases y reuniones.

 

Nos quedamos allí, boquiabiertos. Era la primera vez que veíamos ese huracán de carácter. Un silencio sepulcral nos cubrió hasta que Nelly Zerpa murmuró:

- O sea, ¿la propia "Escuelita"? ¿Como si fuéramos niños? ¡Qué fastidio!

 

Y justo en ese momento, nació la genialidad.

- ¡Ya va! dijo Corina Michelena. ¿Y si hacemos exactamente lo que nos pidió, pero actuando como si fuéramos niños? ¿Qué les parece? 

-¿Pero cómo sería eso? - pregunté, un poco escéptico.

Armando Africano, mi compañero de la Ópera (y el más audaz), tomó el control de la misión:

- ¡Al ataque! ¡Vámonos todos a la librería! Y agregó, con una sonrisa malvada -: Y no solo compraremos cuadernos. Compraremos calcomanías, creyones de colores, ¡todo el arsenal de un kínder!

 

Ana Cecilia Abreu, reforzó el plan de sabotaje creativo:  - ¡Y plastilina! Podemos dejarle una figurita de plastilina. ¿Quién puede molestarse por un conejito de plastilina?

 

¡Misión aceptada! Éramos ocho adultos con la emoción de un paseo escolar. En la librería vaciamos el estante infantil: stickers de ositos, dinosaurios, cintas de colores, creyones fluorescentes... El objetivo era claro: transformar el temido cuaderno de reportes en un Diario de Primer Grado.

 

De vuelta en la oficina, nos pusimos manos a la obra. Decoramos los cuadernos según el personaje de "niño" que éramos. El texto lo redactamos con un lenguaje y una letra que imitaba la caligrafía torpe de un infante. Yo, por ejemplo, siendo diestro, escribí mi reporte con la mano izquierda, y me quedó perfecto; parecía una nota real de un niño.

 

Pero lo mejor fue la plastilina. Cada uno hizo su propia obra maestra. Yo, el ordenado del grupo, hice una pulcra canasta de frutas. Armando, por supuesto, hizo algo completamente abstracto y le asignó diez significados profundos. ¡Todo se veía deliciosamente infantil y original!

 

Terminamos, limpiamos el desastre y montamos la exposición. Cada cuaderno impecablemente decorado, cada figura de plastilina con su título asignado en una cartulina de color. La cereza del pastel: unas flores y la mítica manzana de la maestra acompañando un mensaje que decía: "Esto es para Usted, Seño" (porque en nuestros tiernos años, así llamábamos a las maestras).

Revisamos la escena del crimen, y nos fuimos a la casa.

 

Lo que no sabíamos era que Isabel venía de vuelta con ¡la Junta Directiva de la Ópera! Nada menos que Hans Neumann, José Ignacio Cabrujas, la Dra. Alicia Álamo y el Maestro Riazuelo.

Isabel abrió la puerta de su oficina, encendió las luces, y entró seguida de semejantes titanes de la cultura.

El shock fue inmediato.

Al ver aquel circo de cuadernos y plastilinas en su escritorio, Isabel solo pudo exclamar:

- ¿¡Pero qué es esto!?

El asombro de los directivos fue épico. Se acercaron lentamente a nuestras "obras de arte" y las risas empezaron a sonar.

-¡Mira esta! —decía uno. — ¡Y mira este mamarracho abstracto! — replicaba otro.

Isabel no sabía dónde meterse, pero se dio cuenta de que la presión bajaba al ver el ataque de risa de sus jefes. José Ignacio Cabrujas, el dramaturgo, sentenció con una sonrisa:

- No hay duda, Isabel. El personal que diriges es increíblemente creativo, y eso es excelente para lo que hacemos.  El Maestro Riazuelo que nos conocía bastante agregó: ¡Además de tener un sentido del humor maravilloso para hacerte esta sorpresa!

 

Ella, entre risas, tuvo que confesarles la bronca de la mañana que había generado la "Escuelita".

Al día siguiente, ansiosos por el veredicto, fuimos recibidos por una Isabel que no podía parar de reír. Hubo felicitaciones, comentarios divertidos y, lo mejor de todo, ella asumió su nuevo papel: se dedicó a escribirnos un mensaje personalizado en el cuaderno de cada uno, actuando como la Maestra de la "Escuelita" que habíamos creado.

 

Fueron años geniales, llenos de creatividad y de anécdotas como esta. ¡Ya les contaré otra más adelante!. Y  así pasó…

Jairo Carthy

jcarthyc@gmail.com

 

 

Caracas, 14 de diciembre de 2025

 

 


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'Joan Baez received death threats, and was banned, persecuted' : Julio Emilio Moliné, co-director of the documentary 'Joan Baez in Latin America: There but for fortune (1981)' / book INTERVIEWS by Viviana Marcela Iriart (2025)

 




Joan Baez , May 1981 ©Julio Emilio Moliné

After that historical tour in which Joan Baez terrified dictators from Argentina, Chile and Brazil so much that they threatened to kill her and banned her from singing, among other things, the mythical singer-songwriter and pacifist will perform in March in the same countries in which her voice made perpetrators of genocide falter in 1981.




Thank you Joan Baez, for the brave and affectionate 1981 tour to bring comfort, joy and hope to the victims of the Pinochet, Videla, and Joao Baptista de Oliveira Figueiredo dictatorships.

Thank you Joan Baez, because despite receiving death threats and being banned and persecuted, she stayed at our side, sang to us, and showed the world the horror of dictatorships in the wonderful documentary 'Joan Baez in Latin America: There but for Fortune.'

Thank you Joan Baez  for giving victims a face and a voice, and restoring their humanity.

Thank you Joan Baez for condemning the crimes committed by both right-wing and left-wing dictatorships, as well as democracies.

Thank you  Joan Baez for defending human rights, for opposing wars, arms build-up, discriminationtotalitarianism.

Thank you  Joan Baez for showing me, when I was 16 years old, the meaning of non-violence and its difference with passivity.

Thank you Joan Baez because your fight is not limited to singing and talking to the press, as the documentary and this interview (among many other facts) demonstrate.

Thank you Joan Baez for your voice, which soothes all pain.

Thank you  Joan Baez for showing the way and being a banner but also doubt.

And thank you Julio Emilio Moliné for sharing some of your memories and photos from that brave tour of Joan Baez in Latin America… here, fortunately.



How did you become part of the tour of philanthropic activities and concerts Joan Baez did in 1981 across Latin America to show her support for the victims of dictatorships there?
One Monday morning at the end of April 1981 I got a call at work (I had a job at a TV station) from my friend John Chapman, an independent filmmaker from San Francisco.  He told me: 'Hey, would you like to go on a Latin American tour with Joan Baez for a month?  We can film it and make a documentary.'

Given that I speak Spanish, and I had lived in Chile for many years and had traveled around Argentina, John thought I would be a good partner for this adventure.  Being a little older than me, he had worked in Apocalypse Now with Francis Coppola and had fallen in love with cinema during that experience.  I said yes without hesitation, though I had no holidays and I needed to get an unpaid leave at work.

Another setback was that my wife was pregnant, and our daughter was expected to be born during the tour, so I had to ask her whether she thought this was a good idea.  She generously said yes.  And our daughter Andrea was born while we were in Buenos Aires interviewing a journalist from the New York Times.

That Monday when I received John's call, we met Joan in the evening at a Chinese restaurant  in Palo Alto.   Joan gave me the go-ahead, and we started the required paperwork.


What was you impression of Joan Baez?
I remember being a little shocked at the fact that I was eating Chinese rice with such a famous person.  Besides being a very attractive woman, she was very friendly and warm.  She asked us a lot of questions about Latin America, some very well-informed and others less so, and she paid for the meal.
She made a very good impression on me, because of her kindness and good sense of humor.


On what day did the tour begin?
On May 3, 1981, John and I met with Joan and Jeannie in México City, where we interviewed the Argentinian doctor (the dictatorship had caused great suffering to her family), and that evening Joan gave a concert where we had the chance to try the equipment.

The next day we set off to Argentina, where we stayed until May 15, when we crossed the Andes in our way to Chile.  There we stayed in Santiago until May 19, when we set off to Brazil.   We spent a few days in São Paulo and Rio, and then headed off to Nicaragua.  After that, Joan and Jeannie went alone to Venezuela.

That tour was recorded—except for the trip to Venezuela and Nicaragua—in the wonderful documentary 'Joan Baez in Latin America: There but for fortune.'  Who had the idea of making it? What was the purpose? How was it funded?
The main driving force of the documentary was John Chapman, who convinced Joan of the historical value of recording her tour.   Much of the funding came from Diamonds & Rust, Joan's company in California.  My salary was paid by KTEH TV, the TV station I worked for in San Jose.  When I asked for an unpaid leave to travel around Latin America with Joan and film, Peter Baker, my executive producer, convinced Maynard Orme, the station manager, that this was an idea they needed to support.  It was an act of courage that is rarely seen nowadays, because I had been working there for less than a year (and was only 27 years old).  KTEH also lent the filmmaking equipment, and paid the post-production and editing costs. 

Tragically, John died in an accident in 1983, less than a year after finishing the documentary. 

Do you think Joan Baez imagined she would receive death threats, bombs, tear gas and censorship of her concerts in the three countries?
No. She thought it would be difficult but never to such an extreme.  The person who sparked the idea of making the tour in Joan was the Chilean writer Fernando Alegría, who was a Literature professor in Stanford.    He believed things were waning a bit in the Southern Cone, and that Joan's visit would inject a lot of energy into Latin American people, especially those who were protesting against dictatorships.


(...) 

Excerpt from the book INTERVIEWS by Viviana Marcela Iriart.


NTERVIEWS, with graphic design by Jairo Carthy, 
is available on  AMAZON in paperback and ebook versions.